En Las Nubes

Militsa Cuevas
3 min readFeb 9, 2021
Photo by Greg Rosenke on Unsplash

Un maravilloso día para ti es mi más sincero deseo. Ahora mismo es un buen momento para disfrutar de serenidad. Una forma de hacer esto es a) ocuparme de mis propios asuntos, b) estar agradecida por mi presente (y si encuentro más por lo que estar agradecida, sigo enumerándolos, c) me pongo a mirar las nubes flotando en el cielo o escucho a los pájaros porque esta actividad aquieta mi mente hasta el punto de vaciarla (sin pensamiento). Esta es la forma más fácil para mí de entrar en el estado meditativo de una mente vacía. Después de un rato de esto (o una tarde), me encuentro en una profunda serenidad.

Me tomó un tiempo lograr un estado de serenidad, pero una vez que aprendí a aquietar la mente, puedo hacerlo con bastante rapidez. ¿Cómo aprendí esto? Tengo que admitir que intenté meditar de forma intermitente durante muchos años. Tuve muchas fallas y algunos casi logros. No puedo decir que tuve una experiencia muy satisfactoria.

Después de algunos años muy estresantes hasta el punto del agotamiento, pasé a trabajar desde casa hace siete años. Trabajaba durante el día en informes, tenía mucho menos contacto con la gente y, a las 6:00 pm, me sentaba afuera en mi mecedora y escuchaba a los pájaros que se posaban en mis árboles para pasar la noche. Intentaba concentrarme por completo en escuchar sus diferentes sonidos. Eran un grupo salvaje de unos veinte pájaros. Mientras me sentaba allí con la intención de relajarme y escuchar, me venían a la mente pensamientos enojados, preocupados, resentidos y angustiantes. También tratando de posarse en mi mente para pasar la noche. Volvía a enfocarme en los pájaros, y de nuevo en los pájaros, y de nuevo en los pájaros. Amiga, esto fue así por muchos meses.

Entonces, un día, me encontré escuchando a los pájaros y sonriendo por su ruidoso y desordenado asentamiento. Luego, estuve viendo pasar las nubes, sentí el aire fresco de la noche en mi piel y escuché el silencio de los pájaros que ya se asentaba en mis árboles. Me levanté y entré a la casa y me di cuenta de que mi mente había estado en silencio. Sentí paz como no la había sentido durante años. Al día siguiente me encontré con facilidad acomodándome con los pájaros en una mente tranquila.

Desde entonces, he sido consciente de mi paz mental, emocional y espiritual. Pensamientos negativos o enojo trato de pensar en ellos como nubes pasajeras y hago todo lo posible para no darles lugar en mi. Para las personas que son ciclos de problemas o negatividad, simplemente me alejo de la conversación o escucho sin participar. Terminan sin entrar en detalles porque me encuentran aburrida. Lo cual es una alegría para mí. He estado trabajando en no juzgar, y eso también me ayuda a gastar menos energía pensando en la negatividad.

Una mente vacía me da mucho espacio abierto, y eso se siente expansivo. Todo esto deja mi mente, cuerpo y espíritu con más energía para hacer lo que amo, dar más amor e intentar cosas nuevas. Ahora sabes que cuando estoy en mi mecedora mirando las nubes o escuchando a los pájaros, estoy felíz y en paz. Te deseo lo mismo y más.

Todo mi cariño,

Militsa

--

--

Militsa Cuevas

Writer. As VP of Operations for 16yrs I am author of countless dutifully ignored or controversial memos. MA in HR Management & Faith.